80 años. Compendio EaD (27). Unidad Didáctica, tema, lección…, en EaD de hoy

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En la entrada anterior de esta serie, nos referimos a la relevancia de la Guía Didáctica. La definíamos como el documento que orienta el estudio, acercando a los procesos cognitivos del alumno el material didáctico, con el fin de que pueda trabajar­lo de manera autónoma. Ese documento, parece fundamental en cualquier modalidad educativa universitaria y, también, básica en las enseñanzas a distancia de corte digital.

Y, como complemento a esa Guía, hoy nos referiremos a qué queremos decir cuando hablamos o escribimos sobre “Unidad Didáctica“, habida cuenta que podrían considerarse denominaciones afines o cercanas, tales como: Unidad de aprendizaje, Unidad formativa, Módulo de aprendizaje, Núcleo o Bloque temático, Segmento, Secuencia o Paquete didácticos o educativos, etc. También, aunque una Lección, Tema o Capítulo pueden formar parte de una Unidad Didáctica, en algunos contextos, especialmente en niveles educativos más básicos o en cursos más cortos, estos términos podrían utilizarse de manera similar a una UD, aunque generalmente con un alcance más limitado. En todo caso, considérense cada uno de estos términos con sus matices propios de determinados ámbitos, culturas académicas, niveles o países. Por ello, resulta importante comprender el uso particular de cada término dentro de un determinado marco académico o institucional.

Pues bien, cuando hablamos o escribimos sobre “Unidad Didáctica”, tratamos de referirnos a un material o recurso de carácter integral para el logro de los objetivos propuestos, en este caso referidos a la educación superior. Así, la tomaremos como unidad básica de estudio, que, desde hace treinta años la venimos entendiendo, en educación a distancia universitaria, como: Un conjunto integrado, organizado, coherente y secuencial de los elementos básicos que conforman el proceso de enseñanza-aprendizaje (motivación, relaciones con otros conocimientos, objetivos, contenidos, método y estrategias, actividades y evaluación) con sentido propio, unitario y completo que permite a los estudiantes apreciar el resultado de su trabajo (García Aretio, 1994).

De hecho, se trata de una unidad de planificación. desarrollo y evaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje. Hoy habría que agregar que esos elementos básicos estarán contenidos en diferentes soportes digitales, dentro o fuera de una plataforma virtual o LMS.

Resulta común que las asignaturas, en general, también los cursos, estén estructurados en módulos o bloques temáticos, unidades, temas, lecciones o capítulos, etc. Vamos a optar por denominarlas Unidad Didáctica (UD), interpretada como la hemos definido más arriba.

En el contexto de la educación a distancia, los dos documentos, Guía Didáctica y Unidad Didáctica adquieren una relevancia aún mayor, ya que actúan como el elementos estructuradores principales de la experiencia formativa del estudiante. Dada la naturaleza preferentemente asíncrona y, en muchos casos, autónoma del aprendizaje en línea, estos documentos bien diseñados proporcionan al estudiante una hoja de ruta clara y detallada sobre qué aprender, cómo aprenderlo y cómo se evaluará su progreso.

  • Facilitan la organización del tiempo y el esfuerzo del estudiante,
  • promueven la autorregulación del aprendizaje, y
  • aseguran una progresión lógica y significativa en la adquisición de competencias.

La estructura que vamos a proponer está pensada fundamentalmente para la docencia de esa determinada Unidad en modalidad preferentemente asíncrona. Una modalidad exclusivamente síncrona, estaría más cerca de lo que se viene haciendo normalmente en un aula presencial. En todo caso, podría (debería) haber momentos dentro de esta estructura que aconsejan algunas breves sesiones en directo, webinar o chat fundamentalmente.

Antes de arrancar con la estructura debemos cerciorarnos de que contamos con, y podemos poner a disposición de los estudiantes, todos los recursos precisos, hayan sido diseñados y producidos ad hoc, o seleccionados  bien desde la red, bien de repositorios o sitios, sean gratuitos o contratados, ¡cuidado con los derechos editoriales y de autor! Más allá de que ya damos por supuesto que contamos con una Guía Didáctica, resultará aconsejable, por ejemplo, considerar:

  • Un texto escrito, mejor, interactivo, bien adaptado al medio digital, que sea el soporte y guía de toda la Unidad. Según los apartados y epígrafes de la Unidad, se irán integrando otros materiales.
  • Un breve vídeo de presentación de la Unidad por parte de los docentes responsables de la docencia, con las sugerencias que después se señalan.
  • Un esquema que, quizás podría soportarse en estilo presentación (ppt, por ejemplo) y que podría ser comentado con audio o minivídeo.
  • De acuerdo con la índole de la asignatura o curso, otros documentos de texto, audio o vídeo, ya elaborados o seleccionados en la red, que habrán de integrarse en la parte o en el momento adecuado. Aquí cabrían objetos de aprendizaje, recursos educativos abiertos (REA), microcontenidos, etc.
  • Las actividades, atendiendo a su estructura, tipo y organización.
  • Cualquier otro material externo a la base esencial de la Unidad.

CONSIDERACIONES PARA LA ELABORACIÓN DE UNIDADES DIDÁCTICAS

Del aspecto formal al entorno digital

El aspecto formal se limitaba antes únicamente a la presentación impresa (portadas, tipografía, interlineado, márgenes, etc.), ahora debe extenderse a la usabilidad y experiencia de usuario en las plataformas digitales. Así, conceptos como la navegabilidad, la organización de menús y el diseño responsivo (adaptable a dispositivos móviles) se vuelven fundamentales para que el estudiante se sienta cómodo y motivado al consultar los materiales. Dos posibilidades de presentación:

  • En formato impreso: Si se van a utilizar textos impresos, se sigue recomendando un diseño atractivo, con cubiertas claras, tipografía legible, ilustraciones pertinentes, etc. Obviamente, esta opción va perdiendo protagonismo.
  • En formato digital: Se añaden aspectos como la velocidad de carga de páginas, la inclusión de hipervínculos internos y externos, la correcta etiquetación de secciones y la compatibilidad con diferentes navegadores y dispositivos.
  • Combinación de ambas opciones.

Estructura y secuenciación

La Unidad Didáctica se concibe como una pieza con sentido completo y unitario, que el estudiante pueda abordar de principio a fin sin necesidad de referencias externas constantes. Esto no impide, sin embargo, que la unidad se hipervincule con otros materiales de la misma asignatura o con recursos complementarios en la red. La clave radica en mantener la coherencia interna y la alineación con los objetivos de aprendizaje y competencias previstos.

Índice y organización

Un índice o mapa de navegación detallado (en papel, un índice con paginación; en digital, un menú principal con enlaces) resulta esencial para que el estudiante pueda localizar con rapidez cada apartado o subapartado. En el entorno hipertextual, se suele hablar de árbol de contenidos o menú lateral. Este mapa ha de reflejar la secuencia de temas, apartados y subapartados, con una numeración o codificación clara.

Introducción general al curso o materia

Aunque la presente entrada se centra en la estructura de cada unidad, conviene recordar la importancia de una introducción general a la asignatura o curso (texto, audio, vídeo), que justifique su relevancia, presente sus objetivos globales y oriente al estudiante sobre los requisitos previos o competencias necesarias. En muchas instituciones, esta función la asume la Guía Didáctica o Guía Docente ya abordada en esta serie..

ESTRUCTURA DE LA UNIDAD DIDÁCTICA

A continuación, se presenta una propuesta de estructura general para la elaboración de una Unidad Didáctica, inspirada en el esquema clásico y enriquecida con consideraciones actuales para la enseñanza digital.

Los títulos y apartados pueden ajustarse según la naturaleza de la disciplina, los propios objetivos de aprendizaje, el público destinatario o las preferencias institucionales o de cultura académica. Y, naturalmente, la concordancia con la Guía Didáctica propuesta en la entrada anterior. En ese sentido, han de considerarse ambas de forma conjunta e integrada, evitando reiteraciones de los apartados.

1. Título de la Unidad

El título de la unidad debe despertar la curiosidad y la motivación del estudiante. Un enunciado demasiado técnico o genérico puede no llamar la atención; en cambio, un título que sugiera utilidad práctica o conexión con la realidad profesional suele resultar más estimulante. Por tanto, un título claro, conciso, descriptivo y motivador,

2. Introducción y orientaciones para el estudio

Esta sección cumple varias funciones clave:

  • Presentación motivadora de la UD: En una breve descripción, explicar por qué es importante la unidad y en qué medida aportará beneficios al estudiante, tanto en su formación académica como en su futura práctica profesional.
  • Credibilidad de la información: Destacar la actualidad y la base científica o técnica de los contenidos, mencionando, si procede, las referencias principales o la trayectoria del autor/es.
  • Justificación: Explicación de la importancia de los contenidos y las competencias que se desarrollarán en esta unidad, conectándolos con los objetivos generales del curso y las necesidades del estudiante.
  • Conexión con aprendizajes anteriores: Señalar los saberes o competencias previas que se requieren y establecer vínculos con unidades o asignaturas previas. En entornos virtuales, esto puede hacerse a través de hipervínculos a contenidos de repaso o “prerrequisitos”.
  • Estructura de la unidad: Ofrecer un breve panorama de cómo se organiza el tema (apartados, actividades, etc.) y qué tipo de recursos (vídeos, lecturas, podcasts, simulaciones, etc.) se emplearán.

3. Objetivos de aprendizaje y competencias

Los objetivoscompetencias indican qué se espera que el estudiante logre al finalizar la unidad.

  • Pueden ser generales (declaraciones amplias que describen los resultados de aprendizaje esperados al finalizar la unidad), y
  • específicos  o resultados de aprendizaje (declaraciones más concretas y medibles).

Estos objetivos suelen redactarse considerando distintos niveles de complejidad (desde la mera comprensión hasta la aplicación, el análisis, la evaluación o la creación, siguiendo, por ejemplo, la taxonomía de Bloom). En la educación digital, estos objetivos pueden asociarse con rutas personalizadas de aprendizaje, aprovechando funcionalidades de la plataforma (LMS) o herramientas de analítica.. Los objetivos suelen redactarse de forma clara y medible, y se deben alinear con las competencias que se pretenden desarrollar. Ha de considerarse que este apartado puede y debe formar parte, también de la Guía Didáctica.

4. Esquema o mapa conceptual

El esquema (u organizador previo) ofrece una visión global de los contenidos, mostrando las relaciones entre los distintos apartados y subapartados. En un material impreso, puede presentarse como un cuadro sinóptico o mapa conceptual. En un material digital, puede adoptar la forma de menú interactivo, diagrama hipervinculado o infografía con enlaces, que permita al estudiante saltar a la sección de su interés.

Este organizador previo facilita la comprensión jerárquica de los contenidos y ayuda a “anclar” la nueva información en la estructura cognitiva del estudiante.

5. Exposición o desarrollo de los contenidos

Este apartado constituye el desarrollo temático central de la Unidad Didáctica: los conceptos, teorías, información y ejemplos que el estudiante debe asimilar. En un contexto digital, los contenidos no se limitan a texto escrito, sino que pueden incluir recursos multimedia, REA y actividades interactivas integradas. La presentación de los contenidos debe ser organizada, gradual y atractiva, facilitando la comprensión autónoma. Se recomienda estructurarlos en subapartados lógicos o secciones y emplear narrativa hipermedia (enlaces, vídeos, diagramas, etc.) para enriquecer el aprendizaje. Aunque dedicaremos una entrada a los contenidos, señalamos brevemente algunas consideraciones:

  • Calidad y claridad: El contenido debe redactarse o producirse con rigor académico y lenguaje accesible. En texto, esto implica un vocabulario adecuado al nivel, frases y párrafos concisos, y apoyos visuales o destacados. En vídeos o audios, implica cuidar la calidad del guion y la locución. Los ejemplos y casos prácticos son muy valiosos para ilustrar la teoría, así como incluir preguntas retadoras intercaladas que inviten al alumno a reflexionar.
  • Interactividad y participación: Conviene intercalar pequeñas actividades incrustadas dentro de los contenidos.
  • Variedad de formatos: Para atender a diferentes estilos de aprendizaje y mantener el interés en línea, es recomendable combinar diferentes medios: texto explicativo, infografías, vídeos explicativos, podcasts, presentaciones interactivas, etc.​
  • Coherencia: Todo contenido incluido debe servir a los objetivos de aprendizaje propuestos. La combinación de multimedia y texto debe planificarse con sentido pedagógico, no solo por añadir tecnología.

Los contenidos son el núcleo de la unidad, pero en la educación en línea deben diseñarse con especial cuidado para evitar la sobrecarga y el aislamiento del estudiante.  En síntesis, los contenidos de la unidad han de ser pertinentes, organizados y amenos, permitiendo al alumno avanzar de manera autónoma pero acompañada por un diseño didáctico sólido.

6. Metodología y Actividades de aprendizaje. Ya reservamos estos apartados en nuestra Guía Didáctica. Si no existiese tal documento, habrían de explicitarse aquí.

7. Ejercicios de autoevaluación 

Resulta evidente que si no existiese el documento Guía Didáctica, en este apartado habrían de considerarse los criterios de evaluación, los instrumentos, la ponderación en el resultado final de cada actividad o instrumento, la retroalimentación, etc. Dado que nosotros ya hemos presentado la Guía Didáctica, aquí nos referiremos sólo a los Ejercicios de autoevaluación o autocomprobación.

La evaluación en la educación superior en línea debe ser coherente con el enfoque por competencias. Debe valorarse la aplicación práctica de lo aprendido y las habilidades desarrolladas, más que la repetición memorística de contenidos. Veamos:

  • Ejercicios de autocomprobación. Más allá de las actividades prácticas, es aconsejable proponer ejercicios de autoevaluación que permitan al estudiante verificar por sí mismo si domina los conceptos clave. En los entornos digitales, pueden aprovecharse cuestionarios con retroalimentación automática, lo cual ofrece una experiencia inmediata y adaptativa (por ejemplo, indicando qué preguntas se han fallado y qué parte del contenido conviene repasar). 
  • Soluciones o retroalimentación. En caso de plantear ejercicios de autocomprobación, es esencial proporcionar al final de la unidad (o en ventanas emergentes-retroalimentación automática) las soluciones comentadas.

La evaluación orientada a competencias procura evidenciar lo que el estudiante sabe hacer con lo que sabe. En una unidad bien diseñada, debe existir alineación entre objetivos, contenidos, actividades y evaluación. Es decir, se evalúa aquello que se propuso como objetivo y sobre lo que se trabajó en actividades. Ofrecer autoevaluaciones con corrección automática ayuda al estudiante a comprobar por sí mismo su dominio antes de las evaluaciones formales​, y las instancias de debate o preguntas en foro durante la unidad sirven también para valorar formativamente el nivel de comprensión alcanzado​. A este importante apartado de la evaluación, dedicaremos más espacio en otro Módulo de este proyecto.

8. Temporalización. Este extremo también fue abordado en la Guía Didáctica.

9. Resumen o cierre de la unidad

El resumen recoge los puntos esenciales de la Unidad, reforzando las ideas clave y facilitando la retención. A diferencia del esquema inicial (que presenta la estructura, el esqueleto, de manera preliminar), este resumen final puede ofrecer una síntesis narrativa de los conceptos, o bien un listado de los aprendizajes logrados, animando al estudiante a reflexionar sobre su propio progreso.

10. Bibliografía o referencias

Es conveniente incluir una sección con la bibliografía básica y complementaria, así como enlaces a recursos digitales (artículos científicos, vídeos, repositorios, sitios web oficiales, etc.). En un entorno digital, estos enlaces pueden ser hipervínculos directos, siempre y cuando se verifique su fiabilidad y vigencia.

11. Otros recursos. Suelen estar recogidos en la Guía Didáctica.

12. Glosario

En aquellas asignaturas o cursos con terminología específica, un glosario de términos clave es muy útil. En los materiales digitales, cada término del texto puede enlazar directamente a su definición, mientras que en la versión impresa se puede ubicar el glosario al final de la unidad o del manual completo. El glosario debe ser claro, conciso y, en lo posible, ofrecer ejemplos de uso de cada término.

13. Anexos y textos adicionales

Si la unidad requiere documentos complementarios, lecturas extensas, normativas legales, tablas, diagramas de gran tamaño o materiales multimedia (vídeos, audios, simulaciones), puede ser preferible agruparlos en un apartado de anexos, evitando saturar el cuerpo principal del texto. En digital, se suele optar por un repositorio o carpeta de recursos descargables, con un índice que los vincule a las secciones donde se mencionan.

14. Índice temático (opcional)

Cuando se reúnen varias unidades, temas o capítulos en un bloque o módulo, puede resultar práctico un índice temático alfabético o por palabras clave, de manera que el estudiante localice rápidamente conceptos o apartados específicos. En el entorno web, esto se asimila a la función de búsqueda integrada o a un mapa del sitio.

PRINCIPIOS DEL DISEÑO DIGITAL MULTIMEDIA

Aunque gran parte de las recomendaciones anteriores surgieron en el contexto de materiales impresos, siguen siendo vigentes en la sociedad digital. No obstante, cabe subrayar algunos principios específicos para la producción de materiales digitales multimedia:

  • Legibilidad, usabilidad y navegabilidad: Asegurar que los textos, menús y botones sean claros, con tipografías adecuadas y contrastes suficientes.
  • Interactividad: Fomentar la participación del estudiante con ejercicios y actividades que requieran su respuesta, en lugar de limitarse a la lectura pasiva.
  • Segmentación de contenidos: Evitar largos “muros de texto” y optar por bloques breves y focalizados, combinados con elementos visuales o interactivos.
  • Atención a la carga cognitiva: No sobrecargar de estímulos (ventanas emergentes, animaciones excesivas) que distraigan de los objetivos principales.
  • Accesibilidad e i nclusión de ayudas: Asegurar que todos los materiales y actividades sean accesibles para estudiantes con diferentes necesidades. Resúmenes en vídeo, subtítulos para personas con discapacidad auditiva, descripciones de imágenes para invidentes, etc.

CONCLUSIONES

La Unidad Didáctica, entendida como pieza fundamental de un curso o materia en educación a distancia, ha de reunir los elementos que permitan al estudiante aprender de manera autónoma, reflexiva y aplicada. Aunque los fundamentos didácticos expuestos (motivación, coherencia interna, claridad, actividades, evaluación formativa, etc.) se mantienen desde hace décadas, la sociedad digital ofrece recursos que facilitan la interactividad, la personalización y la accesibilidad de los contenidos.

La clave sigue siendo la coherencia entre competencias, objetivos, contenidos, actividades, evaluación, así como la calidad en la presentación de la información y en el soporte (impreso o digital). Con un diseño cuidadoso, se pueden evitar las carencias de la enseñanza presencial tradicional (como la falta de participación o la sobreabundancia de teoría) y potenciar las ventajas de la EaD (flexibilidad, autonomía, variedad de recursos, etc.). Así, la Unidad Didáctica se convierte en un auténtico espacio de aprendizaje que combina rigor académico, motivación y oportunidades de práctica, evaluado y retroalimentado de forma continua.

CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DEBATE

  • ¿Cómo podemos equilibrar el uso de recursos digitales (videos, simulaciones, foros) con la necesidad de estructurar contenidos de forma clara y secuenciada, sin caer en la sobrecarga cognitiva del estudiante?
  • En la elaboración de materiales para EaD, ¿qué estrategias específicas podríamos adoptar para fomentar una mayor interacción y participación del estudiante, evitando que se limite a un consumo pasivo de contenidos?

FUENTES

  • Bates, A. W. (2019). Teaching in a digital age: Guidelines for designing teaching and learning. Tony Bates Associates Ltd.
  • Davis, B.G. (2009). Tools for Teaching. San Francisco:  Jossey-Bass.
  • García Aretio, L. (1993). Organización del material impreso. En Proyecto Europeo Aplicaciones Tecnológicas a la Enseñanza a Distancia. Madrid: ANCED-FORCE.
  • García Aretio, L. (1993). Componentes básicos de un curso a distancia. Revista Iberoamericana de Educación Superior a Distancia, Vol. V, nº 3.
  • García Aretio, L. (1994). Diseño de un curso de formación de formadores en educación a distancia. Revista Iberoamericana de Educación Superior a Distancia, Vol. VII., 1, pp. 9-16.
  • García Aretio, L. (1994). Recursos didácticos. El material impreso. En Educación a distancia hoy. Madrid: UNED.
  • García Aretio, L. (Coord.) (1997). Unidades didácticas y guías didácticas. Orientaciones para su elaboración. Madrid: UNED.
  • García Aretio, L. (Ed) (1998). El material impreso en la enseñanza a distancia. UNED.
  • García Aretio, L. (2001). Material básico. Unidades y Guías. En La educación a Distancia. De la teoría a la práctica. Ariel.
  • García Aretio, L. (2009). La Guía Didáctica. BENED.
  • García Aretio, L. (2014). Medios y recursos en la educación a distancia. En Bases, mediaciones y futuro de la educación a distancia en la sociedad digital. Síntesis.
  • García Aretio (2020). Una Unidad Didáctica, un Tema, una Lección…, en formato digital. Contextos universitarios mediados.
  • Rowntree, Derek (1986). Teaching Through Self-instruction: How to Develop Open Learning Materials. Kogan Page.

García Aretio

Catedrático Emérito de la UNED. Director/Editor de la RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia. Presidente de Honor - Cátedra UNESCO de Educación a Distancia (CUED).

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García Aretio (7 de abril de 2025). 80 años. Compendio EaD (27). Unidad Didáctica, tema, lección…, en EaD de hoy. Contextos universitarios mediados. Recuperado 17 de abril de 2025 de https://doi.org/10.58079/13p0e


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